Nuevos avances hacia una vacuna contra el Alzheimer
16 de Enero 2013
Investigadores de la Université Laval de Quebec (Canadá) han descubierto que la molécula MPL podría servir para ralentizar el avance del Alzheimer o para desarrollar una posible vacuna contra la enfermedad
Este hallazgo, publicado ayer día 15 de enero en la edición online de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) podría abrir la posibilidad de investigar un tratamiento contra el Alzheimer y una vacuna contra la enfermedad.
Un equipo de investigadores coordinado por el Dr. Serge Rivest, catedrático de la Facultad de Medicina de la Université Laval ha establecido que la molécula MPL o Monofosforil lipido A estimula la actividad de las células inmunitarias del cerebro. Esta molécula lleva siendo empleada desde hace años como coadyuvante en diversas vacunas.
En experimentos de laboratorio con ratones, una inyección semanal de MPL reducía hasta un 80% de placas de proteínas beta-amiloides en los cerebros de los ratones. Asimismo, las capacidades cognitivas de los ratones mejoraban notablemente. La formación de placas de proteínas beta-amiloide es uno de los factores causantes de la enfermedad de Alzheimer. Los autores del estudio ven dos posibles usos para la molécula. Puede ser inyectada a enfermos de Alzheimer para ralentizar la progresión de la enfermedad, o también podría ser unos de los componentes de una posible vacuna que estimule la producción de anticuerpos contra las proteínas beta amiloides, estimulando así su sistema inmunitario. También puede ser administrada a personas que tengan factores de riesgo para padecer la enfermedad de Alzheimer.
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una serie de lesiones cerebrales que van expandiéndose por diversas zonas del cerebro a medida que la enfermedad progresa. Una de dichas lesiones, las llamadas placas de beta-amiloides, son cúmulos de proteínas extra celulares que aparecen en las fases tempranas de la enfermedad. Recientes investigaciones parecen haber establecido que las placas son la causa, no la consecuencia, de la enfermedad.
Existe una necesidad apremiante de desarrollar tratamientos contra la enfermedad. En todo el mundo hay aproximadamente treinta millones de enfermos de Alzheimer, cifra que se espera que se cuadruplique hacia 2050 a medida que la población planetaria vaya envejeciendo. Esto convierte al Alzheimer y otros tipos de demencias similares en una epidemia: junto con las enfermedades infecciosas multi resistentes, las demencias seniles son el principal reto al que se enfrentan la OMS y las autoridades sanitarias globales.
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